jueves, 6 de mayo de 2010

DIALOGANDO CON MI SOMBRA



-Pinche noche, lluviosa y fría
-Ya lo sé. Solo a ti se te puede ocurrir salir a estas horas
-Sabes que no me da sueño
-Y también sé que estás mal de la cabeza y de otras tantas cosas. Solo así me invocas, cuando no tienes a nadie mas a quien acudir.
-Para eso eres mi sombra. Basta con que encienda un cerillo, busque una lámpara o cualquier indicio de luz para que te aparezcas. Aunque no quieras y aunque te pese. Además, ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez que te llamé
-Ya, ya; no hagas dramas. Mírate. Si ya el que parece sombra eres tú, no comes, no duermes y andas vagando como alma en pena. Mejor dime, ¿Ahora que se te ofrece?
-Nada. Quizá solo hablar
-¿De que? ¿La familia, tu pésima salud, tu vida, el trabajo?
-Je. Las cosas no andan bien en esos y otros asuntos
-Que novedad. Contigo nunca va nada bien
-¿Será?
-HA ha. Y todavía te atreves a dudarlo. Te vengo escuchando desde que tenías quince. Pasa el tiempo y no cambias. Te encanta complicarte la existencia.
-Pues por eso eres mi sombra y te chingas
-¿Y que culpa tengo yo? Ya tengo bastante con soportarte. Y pensar que pude haber sido la sombra de alguien importante, o por lo menos de alguien que razonara y actuar de modo normal ha ha.
-Nunca me ha gustado tu risita estùpida. No es graciosa
-¿Y quien dijo que lo era? Eres tú, todo un caso perdido digno de burlas y lástima
-Por eso antes que a ti, prefiero la soledad y el silencio
-Si. Pero ellos solo te escuchan y yo puedo hablarte. Tengo el derecho a jalarte las orejas y ponerte en tu lugar cada vez que sea necesario por no decir siempre ha ha.
-¿Y si mejor te largas?
-¿Y si mejor te callas? Me llamaste y ahora te jodes porque te jodes
-Que remedio
-Entonces dime, ¿Por donde empezamos?
-No lo sé
-¿Tu familia?
Bien gracias, ¿y la tuya’
-No seas mamòn y responde. Hace tiempo que no sabes de ellos
-No quiero hablar de eso. Me deprime
-¿El trabajo?
-Je. Ya ni la chingas. Sabes bien como me ha ido con el puto trabajo.
-¿Tu vida?. Es obvio que de eso mejor ni pregunto. Luces fatal. Ah, entonces ya se de que se trata; mujeres, tu eterno dilema.
-Eterno y también fascinante
-Ni que lo digas. Basta con que veas unos lindos ojos, una breve cintura o un par de piernas torneadas para que todo se te olvide y pienses que el mundo esta en orden
-Sabes que no me conformo con eso. Que voy mas allá de una simple apariencia. Que son lindas claro que lo son pero también viven, sienten y piensan de una forma tan diferente a la nuestra que es cautivante penetrar en su universo.
-Entonces, ¿Cuál es el problema?
-Que últimamente, aquellas mujeres a las que he considerado importantes y que han ocupado un inmenso lugar en este pedazo de víscera, se han ido alejando.
-Pobre. La culpa es tuya y lo sabes
-Esta vez no es así. Sé que soy el vivo ejemplo de la inestabilidad y la imperfección pero sigo sin saber que es lo que hago mal y en que he estado fallando.
-Ah la humanidad tan compleja. Es increíble ver como los mortales han sobrevivido a guerras y tragedias, como han confrontado enfermedades y desastres naturales y sin embargo no son capaces de superar cosas mas simples como por ejemplo una decepción amorosa. Que ironía.
-Así ha funcionado el mundo desde sus inicios
-Que pretexto tan pobre. ¿Es eso lo que te molesta?
-No me molesta. Me desconcierta que todo comienza bien, capturo su atención y estoy seguro que he llegado a provocarles sonrisas y tal vez uno que otro suspiro. He compartido con ellas hermosas palabras y mágicos momentos. En ocasiones incluso me han permitido besarlas, tocarlas y viajar con ellas al cielo, tocando las estrellas y quedarnos allí por un largo rato. Y no se que sucede que de repente todo se detiene y no avanza. Basta un pequeño detalle para que todo se esfume y se vaya por el caño.
-Vaya, eso si que esta para ponerse a pensar
-No entiendo ¿Tan difícil es lograr por lo menos una amistad pura y honesta?
-A mí que me dices. Recuerda que solo soy una sombra.
-Hombre, eres de gran ayuda
-Espera….se me ocurre una idea
-Eso si que es un milagro
-Vuélvete maricòn y así no piensas en ellas
-No pues si. Tus consejos son maravillosos
-Tómalo por el lado positivo. Piensa que hay otros infelices que darían lo que fuera por tener la atención que ellas te prestan. No todo es tan malo.
-Que consuelo, je. Pero, ¿Por qué siempre tiene que ser así? ¿Por qué hay quienes no se esfuerzan nada y consiguen lo que quieren? ¿Por qué son mas mis descensos que mis avances?
-Aaaaagggggh. Ya me tienes harto con tus “¿Por qué, por qué. Por qué?”
-Es inevitable. Siempre ha sido mi pregunta favorita
-Ha. No necesitas aclarármelo
-¿Sabes?, a veces mas que decepcionado me siento engañado. Quizá se deba a que en estos tiempos es casi imposible hablar y actuar con sinceridad
-No te engaña nadie. Te engañas tú al creer en ellas. Deja de soñar que el mundo nunca va a ser como lo has idealizado.
-Sucede que duele enfermarse de la realidad
-¿Qué no eras tú quien decía tener un escudo y ser inmune a este tipo de situaciones?
-Ya lo ves, nadie es perfecto.
-Y tu menos que nadie ha ha ha
-No termino de entender por que aparecen en mi vida, entran en mi ser, lo sacuden y luego se marchan así nada mas. Terminan esfumándose como motas de polvo, al igual que las palabras que alguna vez pronunciaron
-Ah, ya vas a empezar con tu poesía barata. No estoy de humor para eso.
-Que quieres. Siempre me ha servido de ayuda en momentos como este
-Es imposible hacerte cambiar de opinión. ¿Hasta cuando vas a dejar de jugarle al romance? Deja de seguir creyendo en esas pendejadas como cuando eres niño
-No son pendejadas
-Seguramente es pura sabiduría. Eres patético y no te das cuenta que lo que logras en ellas no lo hace cualquiera. Has llegado a cambiarles la vida a muchas y tú no eres capaz de aplicar lo que pregonas en ti.
-¿Crees que sea eso?
-Me desespera que no veas lo que es obvio. No eres tan listo como piensas
-Nunca he dicho que lo sea
-¿Recuerdas aquella frase que usaste en uno de tus primeros cuentos?
-Uhhh, ¿Te refieres a las cosas que hacía cuando soñaba con ser escritor?
-Ha ha. Déjame decirte que lo soñador no se te ha quitado. Pero había un tonto cuento de fantasmas en el que lo único rescatable era esa frase que pusiste al final, ¿la recuerdas?
-Claro. “Húndete pero no te ahogues”
-Pues pareciera que la has olvidado
-No lo he hecho
-Entonces no estés pataleando. Me parece que te estas dejando llevar por las aguas de la tristeza. No es la primera vez que lo haces mas nunca has dejado que el agua te llegue hasta el cuello. ¿Quieres que esta vez así sea?
-Tienes razón, puedo seguir hundiéndome pero no estoy dispuesto a ahogarme
-Es tu decisión
-Siempre lo ha sido
-Bueno, entonces es tiempo de que te largues a dormir
-No lo creo. Ya va a amanecer
-Sigue así y en poco tiempo ni la sombra podrán verte
-Lo siento por ti
-Por el contrario. Me harías un grande favor al ya no tener que acudir a ti ni tener que estar tolerando tus quejas.
-Prometo no volver a molestarte…por ahora
-Yo también lo espero
-Así sea. Puedes retirarte
-Antes de irme recuérdalo: “Húndete pero no te ahogues”
-No pienso olvidarlo. Buenas noches y que tu sombra me acompañe